Un pequeño texto sobre Hola
Mediodía, EL Gaviero Ediciones, 2016.
No sé hasta qué punto quien lee esto pueda
entender lo que quiero decir. El trabajo de Dorothea Lasky es por absoluto
hermoso, y quisiera poder explicar por qué. Hablar de Dorothea Lasky en esta
oportunidad es una forma de presentar a una de las mejores poetas en inglés de
la actualidad. Y si bien quisiera detenerme a comentar su obra, cosa que me
excedería, sí me detengo en uno de sus poemas que me he dedicado a leer y
compartir durante semanas en snapchat, whatsapp, line, telegram y skype, como
quien encuentra una joya, o encuentra el amor.
Algo admirable en Lasky es el juego dual; de
espejo, en el cual pone un punto de vista y otro a nuestra mirada. Un elemento
es casi siempre propiedad de sí mismo y también del poeta. Aquí el globo es el
globo y también es el sentimiento que embarga; aquí el perro está hecho de
nieve igual que el poeta. Es común este tipo de reflexiones.
Emociones
Un globo desinflado
Envuelve la cara del niño.
Así me siento cuando me hablas,
No soy capaz de escapar y tú apenas dices nada.
Mis manos sujetan fuertemente
El globo frente a la cara del niño.
Quiero que el niño sienta la vida.
Quiero sentir
El dolor que las nubes han creado para mí.
De pronto el niño se levanta, me da un regalo y dice
gracias.
Su perro lo sigue
Y el perro está
hecho de nieve y yo también.
Pero
no es de este poema del que quiero hablar, sino de “Sentimientos Feos” (Pag.
59).
¿Por qué la gente es tan cruel?
(Pag. 59)
Comienza preguntándose Lasky. A lo largo del poema
la disertación, el sentido y contrasentido va de un lado a otro. Como si al
preguntarse por la maldad se preguntara por ella misma. Porque el dolor es
severo en este poema y humano e integra el amor como forma brutal de nada.
Lasky escribe:
Y la vida consiste siempre
En
esquivar el dolor, pero también en inflingirlo
(pag.
60)
Y lo que digo que son sentimientos
Son sentimientos
Y lo que digo que son sentimientos
También
no son sentimientos
(pag.
61)
Lasky se para en el centro mismo de la
contradicción. Es como si nos dijera, esto es así pero también lo contrario.
Amamos para sentirnos vivos pero también para morir. En otro de sus poemas,
Porno, no sólo se ve ella reflejada en la actriz de la película porno, sino que
paulatinamente gira y cambia de posición. Atrapa al lector en la pequeña caja
donde creó la ilusión de ella estar reflejada. Como un péndulo nos lleva de un
lado a otro. Nos golpea en un lado y otro. No crea certezas o definiciones del
mundo. Aunque su imaginación es increíblemente rica. Los que crea es el espacio
puro y vacío y nos hace recorrer un lado y otro. Estamos en la Luz del rostro, pero también bajo la luz oscura. Vemos los árboles, y las
flores, el naranja de las flores, la noche, la luna y en medio de todo ello la
incertidumbre. El péndulo yendo de un lugar a otro.
Las flores naranjas en el bosque
No son flores feas
Son las medallas mudas
Del sol, que las miró
Que
las sanó con su calor
(pag.
60)
No como un árbol que ha caído con un
montón de pájaros
Sino
como una luna que ha caído con un montón de pájaros
(pag.60)
En
su ensayo sobre el color, Lasky le atribuye un gran poder en la poesía. Por
esta razón su poesía está llena de ellos y siempre resultan dicientes. Aunque
sea el negro el más presente. Vida Negra o la luz oscura. Alusiones que son
reiterativas en sus mejores poemas. No sé muy bien cómo abordar el asunto.
Dorothea Lasky se dio a conocer por grupos y páginas webs cercanas a la Alt
Lit. Aunque no comparte estéticamente mucho con los autores sobresalientes de
ese movimiento. Es, de ser posible, comparada con una HD o un Crane, o una
mezcla de ambos. Muchas de sus figuras y juegos también pueden verse en David
Meza o Jesús Carmona Robles (también podríamos pensar en Unai Velasco o Elena Medel). Con el primero, comparte el juego en la
aliteración, en la repetición de fórmulas que cada vez van cambiando de sentido
o forma. Con el segundo, temas como la sangre, el cuerpo y la enfermedad.
Siempre con música llevada por la imaginación. Aunque Claro, Dorothea Lasky es
mucho mejor que estos últimos y el hecho de que sea reunido parte de sus
diferentes obras en Hola Mediodía (Gaviero, 2016) da un increíble panorama a cómo
ha ido cambiando o adentrándose en diferentes formas poéticas. Hola Mediodía lo
componen poemas que salen de cuatro libros de Lasky: AWE (2007), Black Life
(2010), Thunderbird (2012) y Rome (2014). Y algo que se comparte en todos es la
alusión al cuerpo y su relación con el amor y la vida. Comparten la soledad y
la incertidumbre. Arturo Sánchez hablando de Dorothea a propósito de la
antología Vomit (Gaviero, 2013), dice:
Hay evidentemente, en esta
constelación antiliteraria, astros que brillan con más fuerza que otros. Pienso
primero en Dorothea Lasky, acaso la poeta que entra más difícilmente, por la
riqueza de su imaginario fantástico, casi en ocasiones simbolista, en el mundo
de la Alt Lit. Su poesía es una poesía de la soledad extrema, de la imagen
acertada, del final eficaz y, siendo la primera autora de la antología, ya
sienta las bases del problema fundamental: la nueva imposibilidad que encuentra
el poeta para comunicar.
Es una lástima que no haya muchos
más comentarios a su obra en español y en internet. Aunque caso contrario sus
traducciones, que proliferan en blogs. Hay que mencionar el trabajo de Valeria
Meiller. En argentina se puede conseguir bajo el sello Triana el libro
Thunderbird. La eficacia en la traducción de María Ramos sobresale de otros
trabajos. En la que la imagen y ritmo siguen con igual fuerza que en el
original. Aunque los versos de Lasky suelen no ser demasiado complejos, sí sus imágenes
y ritmo. A mitad del poema encontramos esto:
Y si soy un espacio vacío
Y si soy un verdadero espacio vacío
Entonces mi mano abierta también
está vacía
Entonces mi corazón es una amplia
llanura abierta
Entonces mi cerebro es una densa
infinidad
Una densa infinidad de nada
Que no contiene poder
Y si no contengo poder
Entonces qué fealdad puedo contener
realmente
Para hacerte enfadar tanto
Para que seas tan cruel
Y extiendas tu crueldad hacia otros
lugares
Y si el papel y el hueso hacen la
luz
Y si la piel de los animales hace la
noche
Y
si la luz y la tierra no son nada
(Pag. 61-62)
La búsqueda de sentido o de verdad
en medio de esta imagen que se crea así misma para fundirse en el vacío. En
AWE, en la presente edición, Asombro, los poemas van sobre el cuerpo, sobre la
enfermedad. Tratan de entenderse a sí mismos. En Black Life (Vida Negra),
prevalece la mirada del otro, le vivencia a través de algo más. Siempre el
amor, el cuerpo y la enfermedad. En Thunderbir (Pájaro trueno), la
autoconciencia y el reconocimiento como ser y sus intrincados caminos aparece,
es de este libro del que sale Sentimientos feos. Y que recoge, en cierta medida
todas estas miradas o formas de crear. Es por esto también que este poema
representa una buena forma de conocérsela. Pues no sólo contiene toda su fuerza
e imaginación, sino que comienza con preguntas relacionadas al ser, luego se ve
ella misma sometida al juicio y se concluye así, como vemos en los versos
anteriores, y termina desligándose para propones una salida, que sólo es otra
pregunta. Pero que para el caso, es de la forma en que termina Roma, una
poesía, no más madura, porque no hay inmadurez o falta de precisión en sus
poemas anteriores, sino que los versos se hacen más concisos, hay más síntesis.
El trabajo en esta selección de
Dorothea es precioso. Y su valor para la poesía es altísimo. No está cerca a la
pretensión de la gran poesía, ni tampoco está ligada al minimalismo o incendio
en las palabras de otros autores. Es fresca, lirica, rica, llena de imaginación
y de simbolismos. Sus versos mezclan la naturaleza con lo cotidiano, el yo con
el otro. La soledad con el dialogo con el lector.